Cantabria

Como podéis ver en mis relatos de Asturias, nos alojábamos en Colombres (Asturias), situado justo en la frontera entre Asturias y Cantabria, como no podía ser menos Cantabria superó con creces nuestras expectativas.

Santander: Puesto que únicamente disponíamos de un día para poder disfrutar de la ciudad, decidimos visitar la Península de la Magdalena, es un precioso parque con una extensión de 25 hectáreas, he de decir que no me lo había imaginado tan grande y mi atuendo quizá no fue el correcto, así que recomiendo ir cómodo. 

Lo que no sabíamos tampoco de este parque era que poseía un pequeño zoo en el que se pueden observar pingüinos, focas, leones marinos... etc. También dispone de una zona de juegos y un chiringuito.

Además justo al lado encontramos una bonita playa de arena dorada donde poder bañarse un día caluroso, así que no hagáis como yo y llevaos ropa de baño :)

El protagonista del parque es sin duda el Palacio de la Magdalena, construido en 1912 y antigua residencia veraniega del rey Alfonso XIII.

El exterior de palacio así como sus alrededores fueron utilizados para el rodaje de la exitosa serie de Antena 3 Gran Hotel.

Para aquellos que seguían la serie en la imagen superior pueden observar la puerta de salida de los empleados del Gran Hotel.

Un lugar perfecto donde sentarse y sentir la brisa marina mientras contemplas el mar cantábrico. Que más se puede pedir?

Por las inmediaciones podéis aparcar, ya que dentro del Península de la Magdalena no se puede circular, se encuentra cerrada al tráfico.

Después de un largo paseo por tan bello parque nuestros estómagos empezaron a rugir, y decidimos ir a un restaurante que nos recomendaron y que hoy les recomiendo yo a ustedes también.

El restaurante del que os hablo es el Marucho, ubicado en una calle no turística de Santander (Calle Tetuan , 21), tuvimos que poner el GPS puesto que no lo encontrábamos. 

Llegamos a la 13:00 y estaban casi todas las mesas ocupadas, por suerte quedaba una para dos y conseguimos mesa, hay que ir muy pronto puesto que no admiten reservas y creedme, se llena enseguida, ya que es un local muy pequeñito.

Las paredes están llenas de fotos de personajes conocidos.

De primero tomamos media ración de rabas y media de croquetas de centollo, todo delicioso.

De segundo merluza a la cazuela y lenguado a la plancha, los platos eran enormes y el pescado muy fresco.

Puesto que nos había llegado a los oídos que el pastel de queso estaba muy rico decidimos probarlo, se quedaron cortos con rico, estaba delicioso! 

El precio es acorde con la calidad del pescado. Salimos con un botón del pantalón desabrochado pero con la satisfacción del buen comer.

Potes: villa mágica situada en la comarca del Liébana de la cual es capital y donde confluyen el rió Deva y su afluente, el Quiviesa.

 Un lugar donde perderse por sus callejones y que sin duda te transportarán a otro tiempo. 

Me dio la sensación de estar recorriendo un lugar de cuento, donde en cualquier momento nos podía salir una hechicera. 

Cueva el Soplao: se localizan en lo alto de la Sierra de Arnero, para acceder a ellas tenéis que coger la salida 269 (Los Tánagos, Pesués, Puente Nansa) de la Autovía A-8 Santander-Oviedo, para llegar tendréis que seguir siempre dirección Puente Nansa hasta alcanzar un pueblo llamado Rábago, a partir de aquí seguir las indicaciones hasta el Soplao.

La cueva es sin duda la más espectacular que he visto en mi vida, el Soplao tiene la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo, un auténtico privilegio digno de ver. 

El entorno nos deleita con unas magníficas vistas sobre la Sierra de Peña Sagra, Los Picos de Europa, el valle del río Nansa y el Mar Cantábrico.

Para ver la cueva hay dos opciones: El recorrido normal (10,5 euros por persona) o el recorrido Turismo-Aventura (32 euros por persona).

Nosotros escogimos la segunda opción, donde el guía nos proporcionó el mono, el casco y frontal para poder recorrer de forma segura el interior de las cuevas, también disponen de botas, aunque llevéis calzado cómodo, recomiendo que os calcéis las botas, para evitar posteriormente el lavado del barro.

Realmente merece la pena el recorrido Turismo-Aventura, ya que al durar dos horas y media aproximadamente, da tiempo a visitar muchas más grutas y disfrutar más a fondo la cueva. Se nota que los guías aman su trabajo y así te lo transmiten.

Como podéis imaginar no está permitido hacer fotos durante el recorrido. 

Riviera Maya

Después de pensar en muchas opciones, decidimos ir a Riviera Maya por sus ruinas arqueológicas y sus maravillosas playas.

Puesto que queríamos hacer muchas excursiones determinamos ir 15 días, y acertamos. El hotel donde nos hospedamos durante nuestra estancia fue el  Grand Palladium White Sand resort and Spa. Cabe destacar su magnífica playa privada, además de su animación. El hotel es enorme, está compuesto de 5 complejos hoteleros (en uno de ellos no se puede acceder, debido a que es una zona de mayor categoría), gracias a sus dimensiones nunca tuvimos la sensación de que estuviese al completo.

En su construcción se ha respetado la flora y fauna de la zona, por lo que nos encontramos desde iguanas, mapaches y coatíes en busca de comida. Es una de las cosas que hacen que el hotel sea mágico.

Las habitaciones son enormes y su mobiliario cómodo. En nuestra habitación disponíamos de jacuzzi, aunque a decir verdad después aprovechamos más el spa.

El spa es impresionante, de grandes dimensiones y además se puede disfrutar gratuitamente. También dispone de gimnasio en la misma zona. El complejo dispone también de mini golf, pista de basquet así como de fútbol. En la playa se puede disponer de la típica barca a pedales totalmente gratuita.

En cuanto a los restaurantes todos de una gran calidad y variedad, el que más nos gustó sin lugar a dudas fue el restaurante Punta Emilia, especializado en arroces y pescados, y ubicado a primera línea de playa. Al mediodía los restaurantes disponibles son los buffets, mientras que por la noche dispones además de carta.

Objetos que no debes olvidar:

- Gorra, al principio no nos percatamos, hasta que nos quemamos la cabeza, nos tuvimos que comprar una allí.
- Protector solar, factor 45 o superior.
- Ropa cómoda para las excursiones.
- Cámara acuática (recomendable).
- Pantalones largos para los hombres, indispensables para poder entrar en los restaurantes a la carta.

Antes de partir, reservamos nuestras excursiones con la agencia Aventoura México Reisen, contactando con su email: billy@aventouramexico.com, puesto que eran mucho más económicas que las que ofrecen las mayoristas, y además mencionar que son grupos reducidos, gracias a ellos nuestro viaje se tornó más maravilloso de lo que habíamos llegado a imaginar, fueron siempre puntuales y nos iban a buscar a la recepción del hotel. 

Excursiones que realizamos:

-Tulum: 

A 128 km al sur de Cancún encontramos Tulum, una de las ruinas más conocidas  en la Riviera Maya, con una playa color turquesa (una de las mejores) debajo del acantilado, el mar a su frente y el castillo a la derecha es muy fácil desconectar totalmente y así, olvidar todos los problemas. La mayoría de los edificios fueron construidos alrededor del año 1200, aunque también se han encontrado inscripciones que datan del siglo VI. Durante el año 1200 y debido a su privilegiada situación Zamá (que así se llamaba entonces), era un lugar perfecto para las rutas comerciales así como la explotación de los recursos marítimos disponibles.

La mayoría de los edificios fueron construidos alrededor del año 1200, aunque también se han encontrado inscripciones que datan del siglo VI. Durante el año 1200 y debido a su privilegiada situación Zamá (que así se llamaba entonces), era un lugar perfecto para las rutas comerciales así como la explotación de los recursos marítimos disponibles.

Recomiendo llevar traje de baño, puesto que está permitido el baño, creo que es un privilegio y que se debe aprovechar, nosotros desgraciadamente no nos informamos y no aprovechamos esta oportunidad. Por otro lado, avisar de que para entonces no permitían la entrada de alimentos, para poder conservar en óptimas condiciones el parque natural. 

- Chichén Itzá y cenote Ik-kil: 

Qué decir de una de las 7 maravillas del mundo, diciendo espectacular me quedaría bastante corta, si viajas a la Riviera Maya es una visita obligada. Desde el hotel hasta Chichen Itzá si no recuerdo mal tardamos una 1,5 horas en llegar, pero que no se hicieron largas debido al paisaje que puedes ir observando. Es una ciudad enorme, de hecho en su máximo esplendor llegó a abarcar 25km2. Situado en el estado de Yucatán fue el centro religioso, económico y político de la península. 

El monumento más conocido es la Pirámide de Kukulcán, la pirámide tiene una escalera en cada lado y en cada amanecer y crepúsculo durante los equinoccios de primavera y otoño se puede observar en la esquina de la pirámide la sombra de una serpiente, a medida que el sol se mueve, ésta va bajando, se dice que para fertilizar la tierra, nos recomendaron que si lo volvíamos a visitar fuese en esa época, llegando temprano puesto que reciben un gran número de visitantes.

A 3km de Chichén Itzá encontramos uno de los cenotes más conocidos de la península del Yucatán, Ik-Kil es espectacular! Agua dulce y cristalina, de una pureza abismal, y con una profundidad de 39 metros, hacen de este cenote un lugar donde nadar con los pececillos, saltar desde la plataforma... Rodeado de árboles y sus raíces, un lugar mágico sin ninguna duda! Según nos explicaron en el fondo del cenote han encontrado desde objetos de oro, cerámica, incienso e incluso restos humanos, ya que realizaban sacrificios mayas.

Cuenta con duchas, así como guardarropas, y restaurante.

Es impresionante alzar la mirada y observar el cielo, rodeado de lianas. 

              

- Xel-há: Es un parque ecológico ubicado en el estado de Quintana Roo, considerado como una de las maravillas naturales más grandes del mundo, donde se no sólo es una entrada del mar hacia el interior sino también la desembocadura de varios ríos.  

Practicamos snorkel como nunca lo habíamos hecho, rodeado de una gran diversidad de especies marinas, entre ellas las rayas, nos impresionó muchísimo poder estar a solo unos 30 centímetros de ellas, así como el pez cirujano, el pez lora, la rubia, las tortugas marinas etc. 

También nos lanzamos desde una altura de 5 metros desde la piedra del valor, toda una liberación de adrenalina.  Al inicio del río, nos prestaron un “donut hinchable” donde pudimos ir admirando los manglares.

- Cobá, Ek balam y pueblo maya:

Cobá: Lugar místico de la Riviera Maya, hay que ir con ropa y calzado cómodo puesto que hay que caminar unos 3km para llegar, también hay opción de alquilar bicicletas (unos 45 pesos). Lo que hace que este lugar sea más mágico es su ubicación dentro de la selva. Una vez llegas a la gran pirámide, puedes escalar, hasta llegar a la cima, donde podrás admirar la majestuosa selva que la rodea, así como demás ruinas que se encuentran alrededor, eso sí, mejor subir poco a poco ya que es muy empinada, destacar además que es una de las más altas, con más de 40 metros de altura.

Fue una de las ciudad más grandes del período clásico maya, llegando a albergar unos 50000 habitantes, y poseía una extensión de unos ochenta kilómetros cuadrados. 

Ek balam: Probablemente las ruinas que más me gustaron. Situado a 30 km de la ciudad de Valladolid, es una ciudad maya pre clásica que abarcó unos 12 km2, y fue habitada por unos 12 a 18 mil habitantes. En la actualidad están excavando, a ver que otras maravillas descubren. 

Se puede subir a las pirámides, desde la más alta llamada Acrópolis hay unas vistas impresionantes de la inmensa selva y sus ruinas.

Los murales que encuentras en la estructura principal son de una gran belleza.

Fuimos a ver una aldea maya, sus habitantes son muy nobles y agradecidos. Nos encontramos en una sociedad en que importa demasiado lo material, y cuando vas a una aldea en la que no tienen nada, se tienen unos a otros y los ves tan felices, me di cuenta que nos equivocamos y mucho.  

Nos prepararon unas riquísimas tortillas de maíz con pollo.

- Reserva de la biosfera Sian Ka’an:

Partimos con un 4x4 hacía la reserva, para aquellas personas que se marean en carreteras de grandes baches como asimismo en la lancha (donde posteriormente nos subimos) recomiendo que tomen la medicación que toman habitualmente para el mareo, ya que sino lo pueden llegar a pasar mal y no disfrutar de tan maravillosa excursión.

Una vez llegamos a Punta Allen con el todoterreno nos preguntaron que deseábamos comer, por un lado lenguado y por otro pollo, sin duda escogimos lenguado, mientras que nosotros nos íbamos a disfrutar de la biosfera en lancha, ellos se fueron a la pesca de lenguados, por cierto el más delicioso que he probado jamás.

Una vez subidos a la lancha, pudimos observar manglares, marismas, diferentes especies de pájaros (al parecer alberga más de 300 de especies de aves), así como delfines, tortugas marinas. En definitiva, conviven una flora y fauna de gran riqueza. 

Posteriormente pudimos hacer snorkel en la segunda barrera de coral más grande del mundo, ver semejante barrera durante un 1km, nadando con diferentes especies de peces, así como observando el coral fue una experiencia increíble, realmente bestial.

Por último acabamos en la piscina natural de Punta Allen, una extensión de mar turquesa casi transparente, con muy poca profundidad, donde al fondo puedes observar las palmeras, un lugar idílico para desconectar totalmente.

- Discoteca CocoBongo: Simplemente no estuvo mal. El lugar es pequeño, y depende de donde te coloquen no tienes una buena visibilidad para poder disfrutar del show. Pagamos por la entrada unos 60 euros al cambio, que encontré bastante exagerado. Personalmente no volvería.